Conoce la Clínica Fit con Q

Apasionada de la vida sana, la comunicación y la divulgación.

Aunque mi idea de pequeña siempre fue estudiar Bellas Artes, al ser una niña activa, elegí la rama de ciencias ya en bachiller porque mantenía la posibilidad de estudiar Ciencias del deporte, ya que, aunque no me dedicaba en serio a ninguna disciplina deportiva, esquiaba desde pequeña y practicaba actividades como el futbol, baloncesto o cualquiera que se presentasen por diversión.El mundo de la vida sana en general y los alimentos como un medio para conseguir salud y mejoras deportivas me llamaba mucho la atención, pero por aquellos años no se trataba tanto.Fui una niña muy difícil para comer, nací muy pequeña, comía con dificultad de bebé, y en edad infantil. Mi madre se esforzaba mucho para que comiera muy saludable (me he dado cuenta ahora).Recuerdo que cuando no quería comer algo, con alumnos libros sobre bromatología y nutrición que teníamos en la cocina, me comentaba el porqué debía consumir esa determinada verdura o fuente de proteína por ejemplo, de ese modo, cada vez que no me gustaba algo, le hacía esa famosa pregunta que aún me recuerdan en casa ” mamá y esto que tiene de bueno?”Ella me lo explicaba desde lo más simple y genérico, pues para crecer o para estar sana, hasta leerme incluso contenido en vitaminas interesantes y sus funciones fisiológicas, aunque yo no tuviera ni 4 años.Es curioso pero me acostumbré a entender que los alimentos tenían funciones positivas en mi organismo.Debo este interés seguramente a mi madre ya que ella me inculcó unos hábitos dietéticos y de estilo de vida muy saludables y despertó en mí ese interés como cuento en mi libro.